lunes, 16 de mayo de 2016
Una encuesta entre psicólogos puso de manifiesto que el 17% de las mujeres pero sólo el 3% de los hombres, había tenido contactos sexuales con sus profesores cuando estaba en el segundo ciclo de la carrera. Se consideraban "contactos sexuales" el coito o la estimulación genital, pero no otras actividades como los comentarios indignos. En este campo, la definición de los términos es engañosa y no cabe duda de que parte de las actividades sexuales manifestadas en esa encuesta se habrían realizado con mutuo consentimiento y no "contra la voluntad" de la alumna. Por otra parte, hay muchos casos claros de acoso sexual. Una mujer escribió el párrafo que aparece a continuación sobre su experiencia en un curso de ciencias políticas de una gran universidad estatal:
Este profesor hizo comentarios sexistas y despreciativos sobre las mujeres en clase, en la vida pública y en general:
"Nosotras, las mujeres, van a desperdiciar su educación criando bebés." "En las ciencias políticas, las mujeres no tienen futuro. No creo en absoluto en las mujeres en el gobierno."
"..Ahora bien, si el jefe de policía judicial hubiera sido una mujer, se habría sentado a llorar; ¿por qué razón? (y una buena razón) no hay mujeres en el Tribunal Supremo"
"Cualquier marido que esté tan loco como para escuchar lo que su mujer dice sobre política se merece todo lo que le pase."
Le dije que sus observaciones eran, al principio, irritantes y después, progresivamente más ofensivas. Le dije que algunas mujeres de la clase se sentían intimidadas y despreciadas. La cuestión es que, si este hombre conseguía bajarme la moral a mí, que recibía toda clase de reforzamientos positivos de profesoras y amigas feministas, con toda seguridad le ocurriría lo mismo a otras alumnas.
Una vez más, el problema radica en la desigualdad de poder. En una situación así, es difícil que las alumnas tengan fuerza para protestar, puesto que el profesor tiene el poder de calificar en sus manos. En los casos antes aludidos del segundo ciclo universitario, el profesor controla las evaluaciones y recomendaciones críticas que afectan al desarrollo de la carrera de la mujer.
Este profesor hizo comentarios sexistas y despreciativos sobre las mujeres en clase, en la vida pública y en general:
"Nosotras, las mujeres, van a desperdiciar su educación criando bebés." "En las ciencias políticas, las mujeres no tienen futuro. No creo en absoluto en las mujeres en el gobierno."
"..Ahora bien, si el jefe de policía judicial hubiera sido una mujer, se habría sentado a llorar; ¿por qué razón? (y una buena razón) no hay mujeres en el Tribunal Supremo"
"Cualquier marido que esté tan loco como para escuchar lo que su mujer dice sobre política se merece todo lo que le pase."
Le dije que sus observaciones eran, al principio, irritantes y después, progresivamente más ofensivas. Le dije que algunas mujeres de la clase se sentían intimidadas y despreciadas. La cuestión es que, si este hombre conseguía bajarme la moral a mí, que recibía toda clase de reforzamientos positivos de profesoras y amigas feministas, con toda seguridad le ocurriría lo mismo a otras alumnas.
Una vez más, el problema radica en la desigualdad de poder. En una situación así, es difícil que las alumnas tengan fuerza para protestar, puesto que el profesor tiene el poder de calificar en sus manos. En los casos antes aludidos del segundo ciclo universitario, el profesor controla las evaluaciones y recomendaciones críticas que afectan al desarrollo de la carrera de la mujer.
Denuncien, no tengan miedo
Las razones que existen para que las acosadas no denuncien es el miedo principalmente, además de el temor de reprobar o de igual manera, el pensar que lo que hace su profesor no es de carácter sexual. Hay incluso personas que se ciegan y creen que esas demostraciones no son mas que un acto de cariño del maestro.
No hay que olvidar que estos comportamientos de carácter sexual pueden también ser insinuadas a través de un actuación físico, verbal o no verbal. Los especialistas en estos temas aseguran que estos abusadores buscan la extensión de su contacto con los estudiantes fuera de la jornada escolar o en momentos donde pueden estar a solas para no ser descubiertos.
Se ha recomendado además de denunciar, no estar a solas con un maestro y en caso de que sea estrictamente necesario, buscar la compañía de alguna amiga o dos para que les brinden seguridad ya que de esa manera el acosador no podrá insinuar nada.
!Tu voz sera escuchada, no calles!
Preguntas y Respuestas....
¿Qué debe hacer un joven que siente que es acosado por su profesor?
Hay dos niveles de acoso sexual, uno cuando el joven o niño siente ser acosado sexualmente, es decir las miradas o palabras que el profesor utiliza son con insinuación sexual, y otra cuando es evidente.
En el primer caso es necesario analizar que las actitudes no sean un estilo del profesor.
De no ser así es mejor decirle al profesor directamente que no le gusta lo que hace y que se siente incomodo; también puede comentarle a otra persona del colegio con la que sienta confianza, y es muy necesario que mantengan informado a los padres de la situación que vive con el profesor y en caso que las cosas trasciendan denunciar ante las autoridades.
A pesar del malestar que genera saber que un docente le hace insinuaciones a su hija, ¿Cómo pueden los padres ayudar en esta situación, sin recurrir a la violencia?
La violencia no es buena consejera ni la solución de los problemas, ya que esto puede ocasionar un daño más grave como una demanda y esto sería perder. El padre debe mantener la calma y saber que hay una ley que protege al menor. En esta situación es mejor que denuncie los hechos ante las autoridades y el mismo colegio. Realizar todas las denuncias necesarias.
¿Cómo saber si el hijo está siendo acosado sexualmente por su profesor?
A veces los hijos no cuentan por miedo, angustia o por identificación con el agresor- profesor-; en otras ocasiones se vuelven niños retraídos, sienten miedo o rabia al tener que ir al colegio, no quieren asistir a las clases, bajan repentinamente el rendimiento escolar, sienten decaimiento escolar. Un padre que está constantemente con su hijo nota los cambios de comportamiento.
Hay dos niveles de acoso sexual, uno cuando el joven o niño siente ser acosado sexualmente, es decir las miradas o palabras que el profesor utiliza son con insinuación sexual, y otra cuando es evidente.
En el primer caso es necesario analizar que las actitudes no sean un estilo del profesor.
De no ser así es mejor decirle al profesor directamente que no le gusta lo que hace y que se siente incomodo; también puede comentarle a otra persona del colegio con la que sienta confianza, y es muy necesario que mantengan informado a los padres de la situación que vive con el profesor y en caso que las cosas trasciendan denunciar ante las autoridades.
A pesar del malestar que genera saber que un docente le hace insinuaciones a su hija, ¿Cómo pueden los padres ayudar en esta situación, sin recurrir a la violencia?
La violencia no es buena consejera ni la solución de los problemas, ya que esto puede ocasionar un daño más grave como una demanda y esto sería perder. El padre debe mantener la calma y saber que hay una ley que protege al menor. En esta situación es mejor que denuncie los hechos ante las autoridades y el mismo colegio. Realizar todas las denuncias necesarias.
¿Cómo saber si el hijo está siendo acosado sexualmente por su profesor?
A veces los hijos no cuentan por miedo, angustia o por identificación con el agresor- profesor-; en otras ocasiones se vuelven niños retraídos, sienten miedo o rabia al tener que ir al colegio, no quieren asistir a las clases, bajan repentinamente el rendimiento escolar, sienten decaimiento escolar. Un padre que está constantemente con su hijo nota los cambios de comportamiento.
UN PROBLEMA QUE PUEDE LLEGAR A ACARREAR GRAVES CONSECUENCIAS
El acoso de los profesores hacia los alumnos puede llegar a conllevar graves problemas para quien lo sufre, mucho más si se trata de un niño o un adolescente, pudiendo derivar en casos de absentismo escolar, trastornos de aprendizaje, rechazo a la educación formal y hasta incluso en episodios de violencia. Nada distinto al bullying entre pares en cuanto a consecuencias, pero con el agravante de ser practicado por alguien que se supone alcanzó su madurez como persona y que cuenta con una responsabilidad más que importante.
Si bien, contemplando las estadísticas, las agresiones más comunes suelen ser de tipo verbal, seguidas por las físicas y por las de índole social (discriminación, rechazo, etc.), siendo bajos los índices de acoso sexual y amenazas con armas los menos frecuentes, las cifras han aumentado y se están convirtiendo en una señal de alarma. ¿Será momento de una profunda autocrítica por parte del sistema educativo y la hora de corregir las actitudes corporativas?
Si bien, contemplando las estadísticas, las agresiones más comunes suelen ser de tipo verbal, seguidas por las físicas y por las de índole social (discriminación, rechazo, etc.), siendo bajos los índices de acoso sexual y amenazas con armas los menos frecuentes, las cifras han aumentado y se están convirtiendo en una señal de alarma. ¿Será momento de una profunda autocrítica por parte del sistema educativo y la hora de corregir las actitudes corporativas?
jueves, 12 de mayo de 2016
Suspendido de empleo un profesor de universidad por acoso sexual a una alumna
Esto ocurre en todo el mundo....
Se condena a un profesor de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Jaume I a la pena de tres meses de suspensión de empleo y sueldo.
La sentencia se produce tras inadmitir la demanda formulada por éste contra la resolución dictada por el Rector de la Universidad. La resolución se elabora después de la presentación por parte de una de sus alumnas de un escrito ante el Rectorado de la Universidad, en el que denunciaba que en una tutoría mantenida con el profesor, éste le tocó la nalgas, para posteriormente rozarle la entrepierna con la mano. La alumna solicitó por escrito que se adoptaran las medidas pertinentes para poder seguir cursando sus estudios universitarios sin sufrir contacto físico, visual ni personal con el profesor.
A pesar de pedir la revocación de dicha sentencia, el docente reconoce que colocó la mano en la nalga de la alumna, si bien, en un gesto casual y por accidente, por lo que al no existir intencionalidad ni reiteración no puede hablarse de acoso sexual. Alega, del mismo modo, que el expediente disciplinario vulnera los principios de proporcionalidad, objetividad y culpabilidad.
Ante esta controversia, entiende la juzgadora que existe acoso sexual en la conducta del profesor por el hecho de descansar su mano en las nalgas de la alumna, gesto que califica de intencionado y de índole sexual, lo que deja a un lado el hecho de que rozara su entrepierna, pues éste último gesto pudo ser accidental.
miércoles, 11 de mayo de 2016
martes, 10 de mayo de 2016
lunes, 9 de mayo de 2016
DIFERENCIA ENTRE HOSTIGAMIENTO Y ACOSO SEXUAL
El acoso sexual es una forma
de violencia asociada con el género. No es un problema actual, sin embargo, se
hace más fuerte en nuestra época. Su definición puede adoptar diversas formas,
desde el uso de la fuerza física hasta el abuso de poder mediante ofrecimiento
de “recompensas”; o en formas que van desde actos sexistas, humillantes y
degradantes, muy comunes actualmente, seguido por chantaje, ataques físicos,
hasta abusos sexuales.
Es importante saber que el acoso
sexual no es lo mismo que el hostigamiento sexual. Éste último es el ejercicio
del poder en una relación de subordinación laboral y/o escolar, expresado en
conductas verbales, físicas, o ambas, relacionadas con la sexualidad. En
cambio, en el acoso sexual no hay subordinación, pero si hay un abuso de poder
que lleva a la víctima a permanecer en un estado indefenso y de riesgo. La
diferencia es que el acoso sucede en ciertos espacios, como en escuelas, en
familias, en el transporte público o en el trabajo, y su modo de operar es de
manera horizontal, es decir, entre personas de jerarquías similares u homólogas;
el hostigamiento sexual es de manera vertical, lo que quiere decir que se
ejerce de parte de un superior jerárquico que usa la posición o cargo que posee
para obtener alguna satisfacción o beneficio a través de ofrecimientos o
amenazas que se relacionan con la situación en desventaja de la persona
subordinada. Sólo el hostigamiento sexual es penado por la ley.
El problema de esto es que muchas veces no conocemos la
diferencia entre ambos, y por lo mismo ignoramos la forma de actuar frente a
una situación de acoso. Nuestra investigación consiste principalmente en
identificar a la población femenina universitaria que ha pasado por casos de
acoso sexual, específicamente por parte de algún profesor, e indagar en las posibles
consecuencias de ello, para, de esta manera, crear conciencia de la situación y
evitarla en la mayor medida posible.
jueves, 5 de mayo de 2016
ACOSO SEXUAL UNIVERSITARIO
El acoso sexual es la acción interesada (ya sea sexual o psicológica) en la cual una persona trata de obtener algo de algún otro individio, esto forzando, hostigando e incluso agrediendo a dicha persona.
Es una forma definida de violencia en la que hay un ejercicio abusivo de poder que lleva a un estado de indefensión y de riesgo para la víctima, y esto puede suceder en una o varias ocasiones.
El acoso se observa en la conducta de muchos mamíferos, incluyendo a los seres humanos. Se ha observado que en los animales, por ejemplo, el león, acosa a la hembra para poder reproducirse o poder alimentarse, pero es obvio que la acción de acosar en estos animales es cuestión de instinto. A diferencia de estos y otros animales, los seres humanos cuentan con razonamiento, lo que permite reprimir acciones que pongan en riesgo o que lleguen a afectar la individualidad de alguna persona.
Nuestro propósito es conocer este acoso en la comunidad universitaria, haciendo énfasis principalmente en ICB, para poder reconocer aquellas situaciones en las que las mujeres han sufrido de esto a lo largo de su vida y la manera en la que ello repercute en sus actividades diarias.
lunes, 2 de mayo de 2016
COMPETENCIAS COMUNICATIVAS CON ENFOQUE DE GÉNERO
Aprender a comunicarnos es de suma importancia en la actualidad. Somos una generación que necesita estar en contacto con el mundo, establecer comunicación con el resto de las personas que nos rodean, y establecer vínculos con la sociedad.
Por ello, desarrollar nuestras habilidades y explorar nuestro potencial es parte de nuestra formación universitaria.
Las competencias comunicativas (que incluyen no sólo hablar, sino también escuchar, leer y escribir) son de suma importancia, puesto que permiten persuadir e informar a las personas acerca de lo que pensamos. Y no sólo eso, sino también aprendemos de esa manera a respetar a las personas cuyos pensamientos sean distintos a los de nosotros.
Ese es el objetivo de esta materia: aprender a comunicarnos para transmitir nuestras ideas y generar un ambiente de respeto para aquellos con los que no compartamos ideales o pensamientos, entendiendo que cada persona es diferente, pero todas tenemos el mismo valor sin importar nuestro sexo, edad, condición económica, preferencia sexual, etc.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)